El papa Francisco visita campo de exterminio de Auschwitz
AUSCHWITZ (Polonia). El papa Francisco, completamente solo, atravesó con su ya habitual andar cansado el cartel en hierro forjado con la frase “Arbeit macht frei” (El trabajo os hace libres) en la entrada en Auschwitz y comenzó así su recorrido silencioso. Nunca el silencio fue más elocuente. Con su decisión, al contrario de sus predecesores, de no pronunciar ningún discurso y sus largos momentos de recogimiento, se respiró el drama de aquella locura nazi que llevó a exterminar a 1,1 millones de personas en los campos de Auschwitz y Birkenau y a 6 millones de judíos durante la II Guerra Mundial. Sin decir una palabra, para que hablaran las imágenes, Francisco recorrió en un coche eléctrico las calles entre barracones de ladrillos del campo, donde sólo un pequeño grupo de medios de comunicación y una delegación vaticana pudo seguir la visita a Auschwitz. Su primera parada fue frente al patio donde se llamaba a los condenados a muerte y donde el sacerdote polaco Maximilian...